Cookie Consent by FreePrivacyPolicy.com La unificación a vía métrica de los tranvías de Valencia

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Hasta la fecha en todos los estudiosos de los tranvías valencianos se daba por supuesto que los tranvías de Valencia desde sus inicios tuvieron vía métrica, pero ante los datos obtenidos del diario Las Provincias y posteriores del Diario de Sesiones de 1886-1888 se puede afirmar que el ancho de las primitivas vías de la línea de CTV era superior al métrico. El estudioso Enrique Goñi Igual desvela en este artículo, la historia de estos primeros tranvías.


(14/05/2015) En 1876 la Sociedad Catalana de Crédito, tras ganar el concurso público convocado por el Ayuntamiento de Valencia, para dotar de transporte colectivo a la ciudad, pone en marcha en Valencia una línea de tranvías que comunica la ciudad con el entonces municipio de Villanueva del Grao, donde estaba el puerto.

La empresa ganadora para la implantación y explotación del servicio creó la Compañía de Tranvías de Valencia (CTV), que el 23 de junio de 1876 inaugura la línea. De acuerdo con las modificaciones aceptadas por el Ayuntamiento en realidad se crean dos líneas una que es un bucle cerrado que abarca como un tercio de la ciudad de entonces, línea de Interior y la otra que pasando por el bucle lleva al Grao, con lo que se crea una comunicación entre Valencia y su puerto con precios y horarios fijos.

Años más tarde, en 1885, a la vista del éxito de la CTV la nobleza y burguesía comercial de Valencia, encabezada por el marqués de Campo, forma una nueva sociedad para la expansión de los tranvías y ferrocarriles económicos en Valencia presidida por Juan Navarro Reverter, la Sociedad Valenciana de Tranvías (SVT).

 Plaza del Temple. Coche de la línea de Circunvalación de SVT. Archivo Municipal de Valencia.

Comenzaron su trabajo incorporando a la sociedad dos nuevas concesiones de líneas tranviarias en la ciudad, una línea que la circunvala siguiendo las derribadas murallas y la otra establece un recorrido diagonal. Además adquieren CTV a sus propietarios, a la vez que están implantando las dos líneas de nueva concesión.

Justo con los comentarios periodísticos a la nueva inauguración es cuando se abre la duda con el tema del diferente ancho de vía entre ambas compañías y que con la lectura del diario de Sesiones del Ayuntamiento de Valencia de los años 1886-1888 se confirma.

En el diario Las Provincias del 18 de agosto de 1885 en su información sobre la inauguración el día 15 de la línea de Circunvalación nos indica el cronista, entre otros muchos datos, como autoridades presentes, bendición de línea, empleo de carriles de acero Bessemer, etc., concretamente al citar los coches señala “…Los carruajes. Son elegantísimos y también belgas. Más estrechos y más cortos que los de vía ancha, son, sin embargo muy cómodos…” Lógicamente suponemos que compara con los coches y vía de CTV la anterior compañía tranviaria, recién absorbida por SVT, y no con la línea ferroviaria Almansa-Valencia-Tarragona totalmente ajena al asunto.

Pero, esta mayor anchura de vías nos viene confirmada en el Diario de sesiones de 1886-1888, publicado por el propio Ayuntamiento, que en sus páginas 43 a 45 relata la sesión del Ayuntamiento del 9 de enero de 1888 en la cual uno de los temas que trata el entonces Alcalde-Presidente es: “Se me ha presentado por Contaduría un recibo sobre el que es preciso que el Ayuntamiento designe el capítulo de que se ha de satisfacer, que a juicio de la Alcaldía el más adecuado es el de deudas reconocidas. Se trata de un reconocimiento que hizo un maestro de carruajes en los meses de Julio y Agosto de 1886 de los coches del Tranvía; y recordarán los señores concejales que un digno antecesor mío designó a un Teniente Alcalde para organizar el servicio de Tranvías y tomar las disposiciones que fueran del caso, y una de ellas fue el reconocimiento de los coches destinados al servicio público para ver si estaban en buen estado. Llamó a un perito, don Tirso Capuz, dio su opinión, y viene ahora solicitando se le pague este trabajo; pero como en el Presupuesto no hay cantidad destinada para ello, se hace necesario que el Ayuntamiento diga de dónde se ha de satisfacer. El recibo asciende a la cantidad de 250 pesetas”.

Inmediatamente el concejal señor Navarro Reverter, hermano de don Juan, presidente de SVT, y también accionista de la compañía, y que por todo ello algo sabría del asunto, pide la palabra, se le concede y expone: “En el Reglamento de Carruajes, aplicable al caso, se prescribe que el reconocimiento de los vehículos destinados al transporte de viajeros, se haga a costas del dueño de aquellos; y por esto creo que los gastos que se ocasionaron para determinar si los coches del tranvía reunían las condiciones necesarias de seguridad, deben de ser de cuenta de la Empresa”.

 Calle de Caballeros, palacio de la Generalitat. Coche de la línea de Interior de CVT. Colección Gayano Lluch.

Interviene el alcalde que entre otras cosas asegura “… parece ser que hubo una época en que se produjeron algunas desgracias a consecuencia de la ruptura de los ejes de los coches…” a continuación el concejal Sr. Alapont nos confirma: “Como el reconocimiento fue motivado por que el eje de los coches se estrechó para acomodarlos a la nueva vía…”. Se pasó el asunto a la comisión de Policía Urbana y días más tarde en la sesión del 27 de enero página 128 del mismo Diario resurge el tema, del cual la comisión de Policía Urbana nos dice “Excmo. Sr.: En cumplimiento de lo acordado por V. E. en 9 del actual, esta Comisión ha examinado la factura presentada por don Tirso Capuz pidiendo el abono de 250 pesetas por los trabajos periciales practicados en los coches tranvías con motivo de haberse reformado la línea de Valencia al Grao reduciéndola a un metro de ancho, y resultando que con arreglo al párrafo 2º del Reglamento para el servicio de los carruajes destinados a la conducción de viajeros, deben ser de cuenta de las empresas los derechos que devengase el perito que los reconozca, esta Comisión es de parecer que la citada factura debe abonarse por la Sociedad de Tranvías, a cuyo efecto tiene el honor de devolverla a V. E. a los fines consiguientes”. La comisión aprueba que el recibo se remita a SVT para su pago.

A partir de los textos transcritos se deduce que se redujo la batalla de las primitivas líneas de CTV al ser adquiridas por SVT, pero desdichadamente para nuestro conocimiento, sin definir el ancho de esa primitiva vía ancha, que fue, sin ninguna duda, superior al metro, y obligó al estrechamiento de los ejes de los coches cuando esa vía se redujo a métrica.

El resultado positivo de la cuestión fue que, desde ese momento todas las líneas tranviarias de Valencia son de ancho métrico, como también lo fueron las posteriores concesiones a la misma u otras compañías, con lo que se facilitaron futuras absorciones o cesiones de líneas, al poder rodar cualquier vehículo de una concesión por las vías de cualquier otra sin necesidad de realizar costosas y molestas modificaciones. Pero ciento treinta años después seguimos sin conocer el ancho primitivo.