(22/01/2014) El acuerdo para el sector ferroviario, que entró en vigor el pasado 1 de enero, prevé varias enmiendas especiales a las normas de concesión de créditos que se aplican a los 34 estados miembros de la OCDE, y que incluyen a los países de la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá, Japón, Corea del Sur y Australia.

Estas normas tienen como finalidad que los compradores adquieran productos basándose en la calidad de la tecnología y los servicios ofrecidos, y no en el grado de apoyo estatal de los gobiernos de las respectivas empresas suministradoras.

El acuerdo del sector ferroviario tiene en cuenta los relativamente largos períodos de tiempo de amortización comparado con otros mercados y el uso de la cada vez más frecuente financiación medinate alianzas público-privadas.

Mercado ferroviario

El acuerdo cubre la infraestructura, incluidos, los sistemas de control, la electrificación, las vías, la construcción y las obras de ingeniería, además del material rodante. La OCDE estima el mercado accesible a las empresas suministradoras internacionales se calcula en más de 88.000 millones de euros al año entre 2015 y 2017.

El acuerdo alarga los plazos de pago para los contratos que superen los once millones de euros (doce años para los países de la OCDE que cuentan con ingresos altos y hasta catorce en el resto de los países), con el requisito de que el plazo no debe exceder el período de vida útil de los activos.

“Ofrecer plazos más amplios en los créditos a la exportación en el sector ferroviario contribuirá a la creación de nuevos proyectos ferroviarios, además de a la rehabilitación de la infraestructura ferroviaria existente, lo que reducirá la congestión causada por el tráfico de carretera y las emisiones de carbono y ayudará a los países a lograr sus objetivos de crecimiento sostenible”, declaró David Drysdale, director de la división de Crédito a la Exportación de la OCDE.