(24/03/2014) Las tres organizaciones proponen a CFF/SBB que participe en la Feria “Fair Wear Foundation”, que ellas organizan y que se tomen en serio la adquisición de prendas fabricadas de manera responsable, equitativa y sostenible. Las organizaciones han acusado a la operadora suiza de pasar por alto en sus adquisiciones las condiciones de trabajo de la industria textil en Bangladesh.

Los Ferrocarriles Suizos, por su parte, se han apresurado a garantizar que ninguno de sus proveedores fabrica o adquiere prendas es aquel país e insisten en que llevan adelante una política de compras adaptada a esos principios, eligiendo suministradores que respetan la legislación en materia de protección de los trabajadores, condiciones de trabajo y equidad salarial.

Importación de ropa

A los proveedores extranjeros los Ferrocarriles Suizos les exigen respeto a los acuerdos de la Organización Internacional del Trabajo y a la norma SA 8000 que tiene como objeto la mejora de las condiciones de trabajo, desde la edad mínima de los trabajadores y la prohibición del trabajo infantil, hasta la erradicación del trabajo forzado.

Asimismo CFF/SBB ha señalado que es miembro del comité de la Business Social Compliance Initiative (BSCI) cuyas auditorías la “Fair Wear Foundation” no considera fiables. Actualmente más de 1.100 empresas son miembros de la BSCI, que realiza cadaño unas 15.000 auditorías. CFF/SBB sigue sus directrices desde 2007.

En cualquier caso en los próximos meses CFF/SBB y la Fair Wear Foundation estudiarán posibles fórmulas de colaboración.

Compras de ropa

Los Ferrocarriles Suizos equipan anualmente a unos 18.000 de sus más e 28.000 trabajadores con nuevos uniformes, ropa de trabajo y calzado. En 2013, el coste de esas nuevas prendas ascendió a seis millones de francos suizos, y a dos millones y medio el del calzado, 4,9 y dos millones de euros, respectivamente.

Las prendas adquiridas por SFF/SBB que sigue para sus compras la directrices de la Organización Mundial del Comercio, son fabricadas en un 40 por ciento en Asia, en un 45 en Europa del Este, en un 10 en Túnez y el 5 por ciento restante en Suiza. El 70 por ciento de los textiles provienen de Europa y el 30 restante de Asia.