(14/07/2014) SNCF tiene previsto poner en circulación dos servicios diarios de ida y vuelta a partir de la primavera de 2016, con un tiempo de viaje de tres horas cuarenta minutos, a una velocidad máxima de 320 km/h. La conclusión de la segunda fase del TGV Este, entre Baudrecourt, cerca de Metz, y Vendenheim, en las afueras de Estrasburgo, está prevista para marzo de 2016.

La línea de alta velocidad Este Europea se abrió al tráfico el 10 de junio de 2007, tras cinco años de obras por parte de Réseau Ferré de France (RFF). Esta línea cuenta con por trescientos kilómetros de nuevas vías entre Vaires-Sur-Marne (Sena y Marne) y Beaudrecourt (Mosela), que proporcionan un enlace directo entre París y el este de Francia, y ofrecen toda una nueva red de conexiones. Así, quedarán conectadas las principales ciudades europeas (Bruselas, Luxemburgo, Estrasburgo), situando Alsacia y la red francesa en el mismo corazón de la futura alta velocidad.

Corazón de la alta velocidad europea

La segunda fase del proyecto no sólo conectará Mosela con la región del Bajo Rin, sino que preparará el terreno para el futuro, pues a través de este proyecto, se construirá una conexión de alta velocidad entre París, Bratislava y Budapest, pasando por Munich y Viena. El coste total de la segunda fase del TGV Este se eleva a unos dos mil millones de euros.

En la actualidad, el único enlace entre Bruselas y Estrasburgo (sede del Parlamento Europeo) es un tren convencional que circula dos veces al día e invierte cinco horas en el trayecto, pasando por Luxemburgo. A principios de año, las tres compañías ferroviarias concernidas tomaron la decisión de no modernizar la línea Bruselas-Luxemburgo-Basilea, se cree que influidas por la decisión de SNCF.

El Parlamento Europeo fleta un tren una vez al mes para las sesiones plenarias, que tienen lugar en Estrasburgo, y que, como se ha indicado anteriormente, tarda cinco horas y media, pues circula a través de Valonia y Luxemburgo, que no poseen infraestructura de alta velocidad.

Los eurodiputados se han quejado a menudo de la falta de un enlace ferroviario a Estrasburgo, ciudad a la que también es difícil de acceder por aire.