(04/09/2015) La inversión de 38 millones de francos, unos 35 millones de euros, ha permitido instalar máquinas de última generación que mejoran las prestaciones de las anteriores, con lectores RFID que facilitan un pago más rápido con tarjeta de crédito, reducen las posibilidades de fraude y clonación de tarjetas, y cumplen con las exigencias más estrictas relativas a accesibilidad para discapacitados.

Dotadas de pantalla de quince pulgadas, devuelven hasta cien francos en monedas y billetes y aceptan billetes de hasta doscientos y su vida útil está calculada para superar los doce años.

Servicio de ayuda

El servicio prestado por las nuevas máquinas se completa, desde diciembre de 2014, con una línea telefónica veinticuatro horas de ayuda a su uso, con la que desde el centro de atención al cliente de Brigue se resuelven los problemas técnicos que surgen y asesoran sobre los títulos de transporte disponibles. Una media de 160 personas recorren cada día a este servicio gratuito.

Las máquinas automáticas son el canal de venta dominante de los Ferrocarriles Suizos. Más de la mitad de las ventas se hacen a través de ellas, lo que representa unas 150.000 transacciones diarias.