(08/06/2016)  

Esta parte del proyecto corresponde a la apertura de todo el espacio Oculus, la espectacular plataforma, diseñada para soportar el tráfico de 200.000 viajeros al día, cuyo diseño recuerda a una paloma.

El intercambiador ha sido construido en acero, hormigón, vidrio y piedra y su autor ha querido simbolizar con él la resilencia y la fe en el futuro de los habitantes de Nueva York, en una infraetructura que además de ser una obra de arte arquitectónica tiene una finalidad práctica para los ciudadanos. (Ver noticia y ver noticia)