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Enviar por emailMetro de Madrid reabrirá la estación de Gran Vía el próximo verano, tras las obras de ampliación y modernización que se han llevado a cabo para conectarla, de forma directa con la estación de Cercanías en Sol.
(18/12/2020)
En la estación que será totalmente accesible y contará con las instalaciones más modernas de la red, se duplicado la superficie del vestíbulo, hasta los 2.000 metros cuadrados, y se ha establecido una conexión directa entre las líneas 1 y 5 de Metro y la estación de Cercanías de Sol, sin necesidad de salir a la superficie. La nueva estación, que, contará con cuatro nuevos ascensores y con el modelo más avanzado de tornos y máquinas de venta. Además, recuperará con una réplica el icónico templete exterior de Antonio Palacios.
Obras
La obra civil de la estación se finalizará este mes con el cerramiento del pozo situado en la calle Montera y la construcción de los forjados y escaleras fijas de la estación. En enero, se comenzará a reurbanizar la calle Montera y su entorno. En paralelo, Metro de Madrid trabaja desde agosto en el acondicionamiento de la arquitectura interior y las instalaciones.
La remodelación ha transformado la estación en una terminal intermodal equivalente a un inmueble de ocho subterráneas, encajado entre los edificios de los laterales de la calle Montera. Contará con un primer nivel con gran vestíbulo; un segundo nivel intermedio de paso, donde se musealizarán los restos arqueológicos aparecidos durante los trabajos, y con un tercer nivel de conexión con la línea 5 del Metro y la galería que enlaza con Renfe Cercanías Sol (ver noticia).
La nueva conexión con Cercanías permitirá repartir entradas y salidas de usuarios por los dos accesos. La previsión es que un 75 por ciento utilice los de Sol y el resto el de Gran Vía, y que mejore la distribución de viajeros de de los trenes de Cercanías, al ofrecer un segundo acceso a la estación. El vestíbulo de Gran Vía de 2.000 metros cuadrados para podrá absorber el flujo de viajeros desde del nuevo trasbordo de Sol.
Equipamiento
La estación contará con nuevas escaleras mecánicas y cuatro ascensores, y con dispositivos adaptados como sistemas de apertura fácil en puertas, tiras antideslizantes en escaleras fijas, etiquetas braille en los pasamanos, señalización de elementos de accesibilidad, pasamanos a doble altura, interfonos de comunicación adaptados o pavimentos de tacto visual cerámico para facilitar sus desplazamientos.
También se equipará la estación con catorce máquinas de venta de títulos de transporte con granes pantallas de visualización y aptas para realizar pagos sin contacto o atender al usuario a través de videollamada.
Asimismo, se instalarán diecisiete tornos de entrada, seis de ellos accesibles, que ocuparán menos espacio, tendrán pantallas de información y dispondrán de iluminación en las puertas, en el lector sin contacto y en el suelo para informar al viajero sobre el resultado de la validación.
Templete
La nueva estación recuperará en el exterior el icónico templete del arquitecto Antonio Palacios, entre la calle Montera y Gran Vía, con un fiel reproducción del original de la histórica estación Red de San Luis.
Para ello, se han investigado las diferentes fases por las que pasó el templete original, desde su construcción en 1920, incluyendo la remodelación que experimentó en el año 50 para incluir dos ascensores, hasta llegar al año 70 en el que se desmantela para su traslado a Porriño, localidad pontevedresa cuna del arquitecto, donde se encuentran parte de lo que queda de la estructura.
La reproducción recuperará las proporciones de la gran marquesina del proyecto original, con una estructura de vidrio y acero translúcida que permitirá la iluminación a través del hueco del ascensor. También contará con un ascensor exento que flotará en el interior del monumento de Palacios.