(23/12/2020)  

Las obras llevadas a cabo han consistido en alargar los andenes y vías 1, 2, 3 y 4 para implementar las nuevas frecuencias en la línea Barcelona-Vallés y conseguir que, en hora punta, haya trenes en Tarrasa y Sabadell cada cinco minutos y en Sant Cugat, cada dos minutos y medio.

Concretamente, las vías se han alargado hasta alcanzar una separación de  21,60 metros entre el punto de estacionamiento de los trenes y los topes. Esta distancia es un requisito de seguridad necesario para el nuevo modo de operación. Para poder alargar las vías 1 y 2 se han tenido que rehacer los accesos entre el vestíbulo y el andén central. Los nuevos accesos están formados por dos escaleras mecánicas, una escalera fija y un ascensor.

Además, se ha implementado el sistema ATO que mejora la velocidad y regularidad al reducir el tiempo de trayecto entre estación y estación, consigue un frenado  uniforme y contribuye a mejorar las frecuencias. Con la incorporación de los nuevos trenes y la mejora de las frecuencias, la línea del Vallés ganará un 37 por ciento de capacidad, es decir, pasará de los 80 millones de viajes al año a los 110 millones.

Vestíbulo 

El alargamiento ha permitido ampliar y renovar el vestíbulo para conseguir más espacio y hacer más funcional la estación, que ha ganado 63 metros cuadrados. La barrera tarifaria y las máquinas de autoventa de títulos de transporte se han desplazado y, con la nueva distribución, se han mejoradolos flujos de entrada y de salida.

Para la realización del proyecto y de las obras, FGC ha utilizado la metodología BIM, Building Information Modeling, que ha permitido visualizar en tres dimensiones las estructuras de la estación y las anexas. Con el BIM, se ha creado un modelo estructural al que se ha ido incorporando la información de la estación original, construida entre los años veinte y treinta del siglo pasado, así como la de las sucesivas reformas, incluida la actual.

El uso del BIM es uno de los ejes de la Estrategia digital de FGC, que prevé la integración de esta metodología en el ciclo de vida de los activos y del mantenimiento de las infraestructuras. De este modo, desde las fases iniciales de diseño, se tiene en cuenta el ciclo de vida de la instalación consiguiendo así un mantenimiento más eficiente y el acceso a la documentación de ingeniería por parte de los operarios.