Page 4 - Revista Vía Libre Nº 648 - Febrero 2020
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tendencias de viajes y transporte
                            “Nada viaja a mayor  tendencias  de viajes y transporte



                                                                 Quizá sea ahí donde intervenga el llamado “Sesgo de
                             velocidad que la luz                Negatividad”, un fenómeno psicológico que determi-

                                                                 na que el ser humano pone más atención, y otorga
                     con la posible excepción                    mayor peso, a las experiencias negativas que a las
                            de las malas noticias                positivas.
                                                                      Es un hecho que tenemos tendencia a sentir-
                            las cuales obedecen                  nos siempre más afectados por una crítica que satis-
                                                                 fechos por un halago. Nos afectan en mayor medida
                             a sus propias leyes”                las malas noticas que las buenas e incluso cualquier

                                              Douglas Adams      acontecimiento negativo queda mejor grabado en la
                                                                 memoria que otro de índole positiva. De ahí el ham-
                                                                 bre colectiva de escuchar, propagar y recordar el su-
               Me encantó, he de confesarlo, darme de bruces con   ceso peor.
               un artículo del diario El País en el que se recopilaba   Así que somos nosotros los que reclamamos
               una serie de noticias “optimistas”. Aquel encuentro   noticias alarmantes, sensacionalistas o deprimentes
               fortuito con tal pléyade de buenas nuevas, me resul-  para excitar nuestro morbo, aunque nos duela reco-
               tó tan insólito que me puse a leerlo con fruición y ya   nocerlo, y los medios solo se limitan a proporcionar-
               una media sonrisa satisfecha no me abandonó hasta   nos el sustento que avalamos con las audiencias.
               el punto final. Y es que uno tiene la sensación de que   ¿Otro comportamiento es posible? yo quiero
               los medios de comunicación nada más que ocupan    pensar que sí y lo mejor, si os parece, es empezar a
               sus parrillas informativas con eventos negativos,   construirlo desde ahora con la siguiente retahíla de
               cuanto más funestos mejor. De tal modo, que cada   informaciones recopiladas por el diario El País a las
               vez que uno se asoma a los telediarios o a la pren-  que aludía inicialmente, y que quizá nunca lleguen a
               sa, ya sea escrita o digital, solo halla motivos para la   rango de primera plana, pero que nos pueden inocu-
               pesadumbre y la desazón. Basta recordar el extendi-  lar una cierta dosis de optimismo.
               do dicho periodístico que proclama: Good news isn’t
               news (Una buena noticia no es noticia).
                     Thomas Winship, que fue editor del periódico
               estadounidense Boston Globe desde 1965 hasta 1984
               y que lo guió a la consecución de doce premios Pu-
               litzer, planteaba hace ya algún tiempo que había de-
               tectado que una buena porción de lectores nortea-
               mericanos empezaba a no leer periódicos porque “les
               causa depresión” al ofrecer una visión exclusivamen-
               te catastrófica del mundo, y se preguntaba entonces
               si es buen periodismo el que presenta la idea de una
               sociedad “sin esperanza”.
                     Es evidente que cualquier periodista avezado
               sabe muy bien que la noticia negativa es mucho más
               “atractiva” que la positiva, y que un diario que se pro-  Lista de buenas noticias para ser
               pusiese dar tan solo buenas noticias sería tildado de   optimista en tiempos pesimistas
               ridículo y estaría abocado al fracaso. La realidad del   • Hoy en día vivimos vidas más largas. La espe-
               mundo es la que es, y un medio de comunicación no   ranza de vida pasó de 48 a 72 años desde 1950.
               puede ignorar la crueldad o las atrocidades con la   Solo desde el año 2000, aumentó 6 años en todo
               que se comporta una parte de la sociedad. El pro-   el mundo y 10 años en África, donde la esperanza
               blema quizá resida en el profundo desequilibrio entre   de vida para un recién nacido pasó de 53 a 63
               los hechos lúgubres y deprimentes y los alegres y es-  años. | Our World in Data (OWID).
               peranzadores, que también existen.                  • Mueren menos niños. En 1960 uno de cada cin-
                                                                   co niños se moría antes de cumplir cinco años;
                    El Sesgo de Negatividad:                       ahora sobreviven 24 de cada 25. | Nature.
                   lo malo es más fuerte                           • La gente viaja mucho más. El número de turis-
                   que lo bueno                                    tas se ha multiplicado por siete en los últimos 45

                                                                   años. Europa es el primer destino, pero el cambio
                     Mucha gente opina que ellos preferirían leer   en Asia ha sido espectacular: el continente pasó
               únicamente buenas noticias, pero eso no es verdad.




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